lunes, 30 de noviembre de 2015

Acércate un poco más

¿Sabes? Yo suelo decir que estoy sedienta. Sedienta de más. De rincones perdidos, de paisajes nuevos, de gente distinta y caricias conocidas. Me gusta mirar los detalles en gris, porque en color ya los veo todos los días. Estoy cansada de los besos, los versos y los regresos. Me gusta pintar a oscuras porque así puedo imaginarme algo que ni siquiera sé si estoy haciendo. Estoy harta de las mil etiquetas que nos ponen en la frente. Que se deshacen, te deshacen. Que nos rompen, nos cierran y desprecian. No me importaría vivir helada si tus manos seguirán siempre igual de calientes. Huele a casa, a nuevo, a lluvia. Huele a detalles infinitos. Son las pecas, los lunares o las pisadas descalzas. Desnuda el alma a quien te vista la sonrisa. Que no es fácil vivir en un mundo de esclavos a sabiendas que tú eres tu primer dueño. Deja de susurrarte al pecho y camina derecho. Que yo no sé de rimas, ni letras, ni palabras… Que yo solo quiero verme escribiendo minutos de más. Pero sigo teniendo sed, de un poco más de ti. De tinta, papel y cuatro besos. De buenos días, tardes y noches. Que los mínimos detalles son los más infinitos. Que infinito no es nadie. Que te quiero escribir esto, porque ni nosotros somos infinitos. Y ojalá fuéramos más lentos que el tiempo.