sábado, 15 de diciembre de 2012

Catorce.

Nos matamos día a día para que cuando desaparezcamos del todo no sea tan de golpe.

domingo, 5 de febrero de 2012

Doce.

Hace tiempo que ya dejamos de  mirar hacia arriba para poder ver bien a nuestros papás. Hace ya unos años que no lloramos por caernos en el parque. Ha pasado ya  algún tiempo desde que nos preocupaba tener la Barbie más guapa. Pero el tiempo tiene que pasar...
Antes no teníamos la cabeza hecha un lío a menudo. Antes no nos dedicábamos a creernos mejor que los demás por llevar un jersey más caro. Antes símplemente nos preocupaba encontrar un buen escondite para que no nos encontraran. Nos comíamos el coco para conseguir hacer el puzzle más rápido que nuestro amigo. Pero las cosas cambian, la aguja corre y las personas crecen. Si tuviéramos la misma inocencia que antes, si fuésemos tan alegres, si pudiéramos sonreir igual, todo seria más fácil. Pero lo fácil aburre.
El ser pequeños eternamente es algo inimaginable. Sería bonito. Dedicarte a ver 'High School Musical' mientras lloras porque Troy pasa de Gabriella y no preocuparte de que tú tendrás a un chico en alguna parte del mundo, que te hará lo mismo. Ponerte a jugar al 'Monopoli' sin saber que en unos años tendras una hipoteca, pero de verdad. Sentarte en una sillita para ponerte a hacer lineas sin sentido en un papel, pero sin darte cuenta que dentro de poco tendrás que hacer esas mismas líneas, con sentido, para poder aprobar.
No se trata de lo que somos. Se trata de lo que fuimos, de ahí parte todo. En unos años recordarás todo eso que hacías de pequeña y que no te dejaba parar ni un minuto para respirar. Eran tantas emociones a la vez, tantos sueños aún por desear, inmensas palabras todavía por aprender, que quizá era imposible de saborear todo. Pero al final lo que queda en el recuerdo es lo que fuimos, lo que un día decidimos vivir. Y solo si juegas bien tus cartas conseguirás que eso permanezca en el recuerdo de alguna que otra persona.
No hay que darle importancia a el pasado, simplemente hay que saber lo que haces en el presente para que en el futuro puedas mirar atrás y decir, quizá lo hice bien, o quizás mal, pero lo hice, y lo disfruté como una niña de 3 años.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Once.

Cuando nos damos cuenta, ya es tarde. Intentas arreglarlo, pero es inevitable, no hay solución. Sueñas cosas que jamás imaginarías posibles, y al intentar hacerlas realidad se rompe toda ilusión. No se hacen realudad. Quizá no tienes la suficiente confianza o puede que siquiera sepas lo que haces. No saber el por qué creiste posible cualquier sueño, no tener ni idea de por qué te tocó a tí sufrir por una mala realidad. Desearias dejarlo todo y pasar la vida en tus sueños. Sueños que no son perfectos, pero son sueños y son tuyos. Tienen algo que para tí es mágico pero para nadie más. Sabes que siempre dicen ' los sueños se hacen realidad ' ya no lo creo tan posible. Ver como eso con lo que llevas soñando toda tu vida se desvanece, te hace pedazoas. Pedazos imposibles de recomponer.


jueves, 26 de enero de 2012

Diez.

¿Si solo pudieras estar en un sitio y con una persona? ¿Dónde y por qué?

Nueve.

¿Por qué no creerlo? sí, todo el mundo es precioso, pero a su manera. Todos tenemos un punto al que llegamos hartos del mundo. Ese momento en el que quieres estar sola, sin nadie, pensar en todo pero no decir nada. Necesitas sonreir sintiéndote algo especial, aunque te hagan creer lo contrario. "Smile you are beautiful" si, hazlo, merece la pena. Aunque no lo creas cierto, si lo és. Debes sonreir ante todo, es una de las causas de la vida. Es un deber. Es una obligación. Sonreir. Solamente sonreid.


Ocho.

Mira al cielo. Hay alguien para tí.

martes, 24 de enero de 2012

Siete.

Cuando estamos en un mundo misterioso que solo nuestras cabezas conocen, podemos ser felices. Podemos tener un gran palacio con un pricipe azul, enormes fuentes a los alrededores y múltiples rosales de rosas rojas. Si, podemos ser libres, podemos viajar a dónde queramos, podemos tener esa capacidad de crear un mundo nuevo. En ese mundo no hay un solo chico rompecorazones, ni la típica chica pasadita de rosca. Es un mundo donde las lágrimas solo se sufren por la risa. Allí hay ropa gratis para todas. Ni una sola hambruna. Tenemos todos una casa inmensa, con suelos de mármoles y piscina en el jardín...

Pero luego vuelves a la realidad y sigue habiendo niñatos rompecorazones, y te toca a ti secar las lágrmas por culpa de una chica pasada de rosca. Pero llegas a casa, y te encuentras con que tu suelo no es de mármol, y te toca fregarlo. Que no hay ni piscinas ni fuentes a sus alrededores y que tu principe azul no te está esperando en la puerta. No hay rosales, ni rosas rojas. Tampoco hay vestidos gratis. No podemos ser libres y el mundo está repleto de hambrunas.
Entonces, buscas un sitio donde olvidarte de todo y te refugias en tu cabeza, para encontrar nuevos descubrimientos, que te hagan confundir realidad con ficción.


Seis.

Y para contarlo bien, hay que empezar desde el principio.
Un día como cualquiera de 2008, decidí empezar una nueva vida. Experimentar nuevas emociones. Sentir algo completamente diferente. Formar parte de algo que nunca pensé merecer, y sigo pensándolo. Pero para intentar entenderlo tengo que ir más atrás todavía.
Yo tenía 7 años, era una chica alegre, muy alegre, que se divertía con todo y que se pasaba la vida con la cabeza en los pies y los pies en la cabeza, literalmente. Por mis venas corría sangre de deportista, por el momento, unicamente de nadadora. Pero eso cambiaría pronto, muy pronto.
Ahora sí. Empecemos, ese día de 2008, yo como deportista que era me planté en medio de un pabellón. La cabeza me daba vueltas, yo no sabía que narices hacía allí, lo mío era la natación y solo la natación. Trataba de buscar una respuesta a el porqué yo, aunque aún no era consciente de ello, el porque era yo esa privilegiada. Apenas habían pasado 3 minutos en ese pabellón, y yo ya me sentía verdaderamente espcial. No hay una razón, no fué por mi acogida, fué por otra cosa, que no tengo aún muy clara, pero fué una sensación que no he vuelto a repetir. Yo iba sin calcetines, por lo que podía notar el frío del suelo rozando mi pie. Al principio lo odiaba, luego lo empecé a coger cariño. Si, al suelo, cariño. Tanto, que ahora mismo he llegado al punto de saber todos sus olore, sabores y texturas. Que si, que si, no estás loca, a un suelo. Lo mejor, esque él sabe mis gustos también. Él es consciente de que mi mayor aficción es pisarle. Bueno, yo no lo llamaría aficción, en realidad es una forma de vida, y está claro, mi forma de vida. Volvemos al suuelo. Mi "forma de vida" es pasar por encima suya, caer y torcerme un tobillo en él, correr a abrazarlas a ellas, pero siempre sobre él.
Si, he dicho ellas, y es que ahora es su turno, las toca sufrir mis pensamientos sobre ellas. Empiezo, si es que algún día puedo acabar. Son ellas, "veintitantas" personitas que me llenan al completo. Son casi treinta, pero desde aquí hago méritos a solo siete. Las puedo nombrar, pero hay veces que hasta su nombre es dificil de pronunciar sin que se dibuje una sonrisa en tu cara. Natalia, Bea, Clara, Berta, Marta y Mariu. Siete, solo siete, pero sobran palabras. Dale al play, imagínate a esas siete personitas como las mejores del mundo, luego lo multiplicas por infinito y lo elevas a eterno. El número que sale, es exacto a su perfección. Puede que no signifiquen nada para tí, pero para mí, son todo. Tienen todo lo que hay que tener para ganarse el corazón de alguien, o al menos, mi corazón. Son mis maestras, me enseñan, yo aprendo de ellas. Sé lo que es un "cosaco" gracias a ellas, sé hacerlo gracias a ellas. Pero eso parece una esstupidez comparado con las cosas verdaderamente importantes he aprendido de ellas. He aprendido a escuchar. He aprendido a ser valiente. He aprendido a luchar por lo que quiero. He aprendido a caerme. He aprendido a levantarme. He aprendido a soñar. He aprendido el significado de amistad. He aprendido a fallar. He aprendido a dejar que me corrijan. He aprendido a ser fuerte. He aprendido a superarme. He aprendido a superarme.
Sí, lo he dicho dos veces. Me he superado en todo momento. Me han enseñado que nos basamos en la superación personal. Pero también en la superación a tus compañeras, por eso ellas me triplican en dificultad. Alguna no estará de acuerdo, pero es verdad.
No tienen límites, si es de aquí a Marte, pues así será. Lo viven, lo disfrutan como nadie, y eso es algo que no todas pueden hacer. Pueden sacar un 20.300 pero no han disfrutado su nota. Nosotras con un 18.100 damos brincos, pero porque lo hemos disfrutado.
También nos basamos en el conjunto. Somos una piña. Si falla una, fallan todas. No hay ni mejores ni peores, somos todas exactamente iguales. Nos apoyamos, cuando una se cae, las demás la levantan, siempre. Si las entrenadoras la abrazan, todas la abrazamos, vivimos de ello.
Ah, las entrenadoras. Miles de entrenadoras a nuestro alrededor, y nos tuvieron que tocar las mejores. ¿Por qué? no lo sé, no creo merecérmelo. Lo dan todo por nosotras, absolutamente todo. Vienen cada Lunes y Miércoles para que podamos tener nuestro maldito ejercicio perfecto. Un viernes, dejan de irse con sus amigos o familia para dedicarnos dos horas, que muchas veces ni aprovechamos al 100%. Decenas de domingos al año, a las nueve de la mañana, están en el polideportivo de un pueblo que está a media hora desde su casa, y ¿por qué? porque va a ser, por nosotras, exclusivamente nosotras. A si que gracias a ellas, podemos tener nuestra, como ya he dicho antes "forma de vida". Ante eso solo, gracias.
Se me olvidaban dos personas que sin ellas no habría sido lo que soy ahora mismo. Raquel, la chica que más me ha emocionado, tan solo con verla concentrarse, ya sabes que vive por esto. Sabes que lo da todo, no solo para vivirlo ella, sino para que disfruten los demás de ella. Puede darse el lujo de hacerlo. Porque ya sabe la consideración que tiene entre todas las gimnastas. La mejor. Por eso y más puede darse el lujo.
Y la otra personilla, es a la que más admiro. Pero a la que más hecho de menos. Te enseñaba lo imposible, te gritaba, para que lo hicieras bien, se sentaba encima de tu pie, pero por tu bien. Y eso permanecerá. Fué, es y será mi ídola, mi ejemplo a seguir. Dicen que era una gran gimnasta, yo digo que era mucho más. Cuando se despidió, se nos calló el mundo encima a todas y cada una de nosotras. Algunas no lo soportaro, y explotaron. Otras nos limitamos a guardar ese nudo en la garganta que no te deja ni respirar. Pero ya llevamos casi 2 años sin ella. Y se nota su falta. Nos hemos acostumbrado, pero en realidad, todas necesitamos su vuelta. Marta, por si no ha quedado claro, sigo o al menos intento seguir tus huellas.

¿Todavía no sabes sobre que estoy hablando? pues entonces, es porque esto, no va dedicado a tí.
Si por el contrario si lo sabes, es porque tu forma de vida, es la misma que la mía.

"Porque sentirse la única persona en el mundo durante 90 segundos es inexplicable".

"Odio mi vida, y 4 horas a la semana dejo de ser yo".

"Y es que tenemos hambre de mundo"

"Es inexplicable. Cuando se te pone la piel de gallina al ver el ejercicio de tu compañera"

G   R   A   C   I   A   S   .


lunes, 23 de enero de 2012

Cinco.

Ella le miraba, él se limitaba a esquivar sus miradas. Lo sienten, lo notan, saben que están hechos el uno para el otro, pero no está en vida. La aguja sigue girando y por ahora lo único que hay entre los dos son múltiples miradas, desafiantes, miradas que buscan una razón por la que cruzarse. Un minuto más, pero todo sigue en silencio, un silencio incómodo que necesita romperse, sin embargo nadie pone de su parte. Ella espera que él la mire a los ojos, él espera que ella abra los labios para pronunciar una palabra. Un mundo infinito entre sus pensamientos, tres metros entre sus cuerpos, dos miradas separando sus ojos y un segundo y medio entre sus manos. Solo necesitan romper el hielo uno de los dos para empezar a sentir. Ella aparta la mirada, entonces él comienza a fijar sus ojos en ella. Sus ojos azules, no se mueven, no hacen ningún gesto, ni un mínimo pestañeo. Ella mira de reojo y rápidamente vuelve a apartar la mirada, pronto se dibuja una sonrisa en su cara, una sonrisa de vergüenza. Sin embargo él, sigue sin realizar movimiento alguno. Solo un segundo después empieza a llover en su mirada, su pupila comienza a dilatarse mientras las gotas de lluvia intentan escapar de ese mar de pensamientos. Entonces ella, borra su pequeña sonrisa de la cara, y hace un gesto de preocupación. Entonces es él el que ahora sonrie. Ella se acerca a él, y hace un intento de hablar, pero él la hace callar de la forma más bonita que existe.
En ese momento, sienten dos almas unidas, miles de pensamientos entrelazados, sienten como el roce de sus manos les pone la piel de gallina.
Después de una oleada de sentimientos unidos, solo quedan miradas. Miradas de nuevo desafiantes, pero que ya no buscan una razón por la que cruzarse. Tienen delante esa razón. Viven por esa razón. Hay un músculo que sigue latiendo por esa razón.
Solo existe una palabra que te hace sentir estúpida, guapa, lista, fea, alta, gorda, rara, egoista, odiosa, amable, feliz, ignorante y sorprendida a la vez. Sólo una. Aquella que no sale de tus labios, aquella que no hace falta pronunciar, para sentirla. Esa que todos esperamos oir algún día.


domingo, 22 de enero de 2012

Cuatro.

-Hija, hoy tenemos que cuidar de la niña de la vecina nueva ¿vale?.
+Ahá.
-Ella... es un poco especial asi que tendrás que estar muy pendiente, ¿vale cariño?
+Vale papá, pero ¿ella puede jugar a las chicas grandes?
-Claro que puede.
+¿Y a las cocineras?
-Por supuesto cariño.
+¿Y puede leer historias?
-Claro que puede leer historias.
+Y entonces papá, ¿qué tiene de especial?


Tres.

Siempre habrá una chica más guapa, más lista, más simpática, más dulce, más más. El truco es buscar el chico al que eso no le importe.


Dos.

No necesitas una vida llena de emociones cada segundo, te vale con una por minuto. No eres capaz de sentirte sola, no puedes, hay demasiada gente a la que le importas. No quieres tener millones de cosas sin sentido, solo necesitas unas pocas que valgan la pena de verdad. No vuelves la cabeza atras por un recuerdo, sino por una arrepentimiento de tus actos. No eres una persona cualquiera, estas aqui por algo, no por casualidad. No debes creerte libre,  debes serlo, sin barreras ni obstáculos. No te hace más fuerte tener cientos de músculos más desarrollados que los de los demás sobre tu cuerpo, te hace más fuerte tener solo uno que de mil vueltas a cualquier otro, el corazón. No se es más feliz a costa de los demás, sino gracias a los demás. No estamos aquí para planear el futuro, estamos para vivir el presente. No soñamos cosas imposibles, al fin y al cabo todo se acaba cumpliendo. No debemos creernos especiales por tener un defecto, somos especiales por ello. No tenemos que avergonzarnos de ser diferentes, ellos se tienen que avergonzar de ser todos iguales. No vivimos y morimos, vivimos y seguimos viviendo, pase lo que pase, nuestros pensamientos siguen vivos.
El llevar unos pitillos ajustados solo nos hace sentir parecidos a los demás, por eso yo, hoy he decidido llevar unos pantalones bien anchos.