jueves, 10 de octubre de 2013

Cuarenta y nueve.

Para volver a recomponerme. Agarrarte la mano e intentar seguir adelante. Como quitarte la nieve de los zapatos. Eres como un río que no desemboca en el mar. Que a veces pensaba que nunca llegarías a leerme. Pero lo hiciste. Y conseguías que yo quisiera seguir escribiendo. Solo por si tú  volvías a leerme. Solo por si tu cabeza volvía a descomponerse y necesitabas mis palabras. Porque tienes la manía de hacerme soñar para nada. Que ahora ya no sé soñar si no es contigo. Que dejaste de ser uno más hace tiempo. ¿Y es que no lo ves? Que te siento en cada canción, en cada página de mi libro favorita. Que eres como oler un perfume en invierno. Como sentarse en una silla congelada.
Eres como escuchar a The Beatles por primera vez.

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