lunes, 19 de agosto de 2013

Cuarenta y cuatro.

Somos recuerdos mal recordados. De los que te atreves a prescindir. De los que duelen y profundizan. De esos que hieren si vienen en forma de canción, y matan si son un puñado de imágenes. Esos recuerdos que no pueden ser todo lo claros que nos gustaría. Demasiadas son las palabras dichas; o quizá demasiadas pocas. Y siempre nos sabía a poco el pasarnos las horas deambulando sin un destino fijo. Pero prometo que nunca pensé que llegaríamos a ser solo recuerdos. Y eso es lo que nos queda; supongo. El recordarnos. Aunque sigamos siendo recuerdos mal recordados. Porque yo te quise más de lo que recuerdas, y viceversa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario